23.2.12

Cien veces no puede ser


Ven, déjalo todo y ven, no preguntes por qué, yo tampoco lo sé. Ven, dice el eco después, y la noche también, no preguntes por qué, déjalo todo y ven. Pero ya aprendí que casi nada es como podría ser. Tú me podrías curar la inquietud y el dolor pero en el fondo sé que eso no puede ser. Y así aprendí que un final feliz no es para mí. Así aprenderé que casi nada es como podría ser. Así aprenderé que casi nada es como podría ser. Para aprender escribiré cien veces: no, no puede ser. Para aprender escribiré cien veces: no, no puede ser. Así aprenderé que casi nada es como podría ser. Así aprenderé que casi nada es como podría ser. Para ejercitarme escribiré cien veces más, para no olvidarme lo tatuaré en un pie. Y así aprendí que un final feliz no es para mí. Y así aprendí que un final feliz no se hizo para mí.

Ama – Exposición permanente


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