Tuviste que decirme adiós. Calles hundidas a mis pies, pa
echarte en falta hasta la muerte. Y yo bailando al ritmo de mis zapatos negros
como una veleta fiel al viento. Corazón de tango, tengo el cuerpo de jota y soy
aprendiz de sinvergüenza que en brazos de la soledad vendió su alma al diablo y
aquí tú y yo brindando por un adiós. Vamos a engañarnos y dime mi cielo que
esto va a durar siempre. Perderme en tus brazos, dulce locura, tú, mí droga más
dura. Corazón de tango.
Doctor Deseo - Fugitivos
del paraíso
(lletra: doctordeseo.com)
No hay comentarios:
Publicar un comentario