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12.7.12

Álbumes de fotos


Mi infancia son recuerdos de un patio de autobuses, de un colegio de curas donde aprendí a morder  las manzanas cuando estaban maduras y a escapar por la  ventana de la clase de latín. Mi infancia son recuerdos de un oso de peluche, amigo de Alcapone, de plastidecor, de espinete, de play móvil, de mágicos estuches, de los rombos que anunciaban el amor... De las pajas furtivas, de las cajas de tizas, de veranos rellenos de gominolas, de la bruja avería, del olor a maría, de la chica que me dijo que no la dejara sola. Álbumes de fotos, sueños que se vuelven locos, recuerdos con sabor a caramelo. Hoy subo al desván buscando un lugar donde el tiempo al pasar se pillara los dedos. Mi infancia son recuerdos de una bola del mundo que giraba para ver donde nací, del espectrum de los Goonies, de escondites nocturnos, de pensar que pasaría en el año 2000. Mi infancia son recuerdos de regalices rojos, de los cientos de domingos gritando gol, de aprender del silencio, de besar con los ojos, de pensar si podría apagarse el sol... Del tabaco a escondidas, de rodillas heridas, de gaviotas que cantaban Duncan Dhu, de un reloj sin agujas, de los cuentos de brujas, de querer crecer como crecieras tu. Álbumes de fotos, sueños que se vuelven locos, recuerdos con sabor a caramelo. Hoy subo al desván buscando un lugar donde el tiempo al pasar se pillara los dedos. Para quitar la telaraña de mis miedos, para dejar de besarte en blanco y negro, en banco y negro... Álbumes de fotos, sueños que se vuelven locos, recuerdos con sabor a caramelo. Hoy subo al desván buscando un lugar donde el tiempo al pasar se pillara los dedos.

Pablo Moro – Emepetreses

18.3.12

Gente feliz


Cuando se encienden las luces del patio y cada uno se entrega a sus vicios privados, yo pienso en ti. Cuando un teléfono suena en el piso de al lado y los periódicos arden como arden los años, yo sólo sé pensar en ti. Ahora que estás de viaje de trabajo en Madrid. Ahora que somos de nuevo gente de provincias. Que saca la basura los días impares, que ponen comillas en sus "vidas normales", que limpia las manchas de poesía y sangre del edredón. Gente sanando al sol en el balcón, usando lejía y salitre para limpiar la cocina de la decepción. Gente valiente que tiene miedo a morir. Gente moderadamente feliz. Cuando mezclamos la lluvia con ibuprofeno y nos comemos la boca pensando en dinero, yo sólo creo en ti. Ahora que tengo los medios me faltan las ganas. Ahora que somos vecinos bajando las persianas. Que saca la basura los días impares, que ponen comillas en sus "vidas normales", que limpia las manchas de poesía y sangre del edredón. Gente sanando al sol en el balcón, usando lejía y salitre para limpiar la cocina de la decepción. Gente valiente que tiene miedo a morir. Gente moderadamente feliz. Ahora que tengo los medios me faltan las ganas. Ahora que cierro los párpados y abro la ventana. Saco la basura todos los días, pensando en números de lotería, limpio las manchas de palabrería del edredón, como gente que odia madrugar, que friega el salón con un chorro de paciencia y agua de mar. Gente valiente que tiene miedo a morir, y a que se mueran los demás. Gente moderadamente feliz.

Pablo Moro - Pequeños placeres domésticos