Yo que a la vida le
he dao un montón de bocaos, aún tengo hambre. Y sin alardes pateo por este
jaleo en busca de aire, pues se, que
tarde o temprano vendrá una mano sin miedo a cobrarme y esta, no se anda con
cuentos, ni pierde el tiempo ni viene en balde. Así, que voy a seguir en este
festín orquestado por los años, pillando de aquí y de allí, esquivando los
tajos y los golpes bajos. Leyendo las cicatrices de las heridas que adornan mi
vida, que a poco que se descuida, se vuelve a cortar. Y me unto con sal y sano
enseguida. Y le doy al panal otra ristra de muerdos y guardo el recuerdo pa que
no digan que es un farol. Y busco timón si voy a la deriva. Me hago terrón pa
no entrar en la criba, y si en la pelea sufro desgarros, me arreglo con barro y
subo al carro de la vida, a seguir batallando mientras vayan quedando cartas pa
la partida. Y subo al carro de la vida, del que empujan los años y tiran los
días. Del que empujan los años y tiran los días. Y yo que he tenido algún
aviso, con mas ganas piso por estos lares, mostrando mis malabares, cogiendo
oficio hasta que me gaste. Y como del cielo. Bebo de charcos. Y enmarco tu
cuerpo en mi retina y, bajo una encina, tiendo tus besos para dormir. Y me
despierto y busco alegría. Y pruebo sabores que trae el nuevo día y cojo, de
guía, la cola del viento que a mi pecho amarro y subo al carro de la vida, con
lo bueno y lo malo que tienen los palos que nos endiña. Y subo al carro de la
vida, del que empujan los años y tiran los días. Hoy te quiero a mi lado por si
sufro averías.
Sinkope - Esta noche
se merece otra ronda
(lletra: sinkope.es)
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