Voy buscando lo que quiero, averiguando, a mi manera, que no
me gustan los maderos ni la gente con banderas, ni la Virgen María, ninguna
ideología; pero si sirve de algo, yo pido libertad para los pigmeos, que me dan
aunque no los veo. Agua. Si vienen a por mí, tú dame el agua. Mientras,
intentaré, a la vida, negociar lo que tengo, lo que tú ya sabes... lo que
guardo bajo siete llaves. Salgo a la calle desnudo, nadie piense que es locura,
que con el ojo del culo mido la temperatura. Mientras la mayoría, más terca
cada día, se ocupa de sus cosas, yo pido... Hace tanto que te espero que he
perdido la conciencia social y ya no encuentro agarradero, abandonado en esta
ausencia global. Desde que no te veo... Concédeme un deseo: si no es mucho
pedir, yo pido libertad para este minero que quiere entrar en ese agujero. Ardo.
Te veo pasar y, ahí, me caliento y ardo, y entro a hacer, en tus caderas,
prospección. Si me pierdo, dime a dónde sale, qué motivos son los principales; que
sólo el viento me sirve de guía por los caminos de las utopías. Sopla el viento
sin parar para que vuelva para que vuelva y en el viento viene y va una
respuesta una respuesta. Sopla el viento sin parar para que vuelva para que
vuelva y en el viento viene y va una respuesta una respuesta. Estoy buscando
una respuesta que lleva el viento y voy detrás de todas las tormentas y no la
encuentro, y voy detrás de todas las tormentas por si la encuentro.
Extremoduro – Para todos los públicos
(lletra: dicelacancion.com)
No hay comentarios:
Publicar un comentario