Recuerdo el olvidar,
muriendo del vivir; y pienso en
no pensar, duele la vida, ya ves
así… Miradas de esas que queman el alma por dentro y por fuera. Son sus ojos que me iluminan desde una estación casi siempre vacía. Y como un lobo con piel de cordero discutiendo a insultos frente a un
espejo ¡Cobarde! ¿Dónde está tu
tiempo? Barriendo termitas que comen mi
pecho. ¡Idiota! Eres un idiota, sin haber nacido ya te has hecho viejo… Tranquilo, confía en el tiempo; sólo son cenizas que deja un te quiero. Eres presencia invisible, sangre de mi pluma herida.Tengo mudo el sentimiento Y la razón llena de porquería. Encadenadas pasan las horas, cantando la de la rutina: trofeos de cartones
sucios. Y mañana será, como hoy
todavía...
A contraverso – Allí donde nadie escucha
(lletra: acontraverso.com)
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