10.9.14

Descuida


Descuida, que me queda más saliva para hundirte en mi desdicha   y enseñarte las heridas respirar,   y no asustes al que viene rojo como las dos rosas   que te traigo pero ojito que espinan,   y no quiero que la sangre que derrames me salpique.     No es vida, ensancharse mis pulmones para hincharme los cojones   y eres, siempre la mejor de las personas que ha pasado por mi estima   me regalas los detalles, me conoces hasta ser destructiva   que el destino lo domino y así te incluyo en mi vida.     Añora, ese tiempo en el que el viento era el dueño de tu pelo   ahora soy yo el que lo soba y doma,   aunque carezcas de espuelas el caballo que desboca   y que se pierda en tu cabeza.     No es vida, ensancharse mis pulmones para hincharme los cojones   y eres, siempre la mejor de las personas que ha pasado por mi estima   me regalas los detalles, me conoces hasta ser destructiva   que el destino lo domino y así te incluyo en mi vida.     Sufre por nada,   verás como estallas,   cobarde, hace tiempo me cago por patas   para relojes que oprimen y encogen sabes que eres mi única hada,   que viste de luces mi oscura mirada   y todas las noches ofrece su cama.     Si sangras y te encuentras a mi lado llámame que yo me empapo   y anestesio tus dolores con el polen de las flores. 

Albertucho – Que se Callen los Profetas

(lletra: música.com)

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