Las horas perdidas
del tiempo se posan sobre mi ventana, que se abre pa’ que la brisa me bese los
ojos, me bese la cara. Todo llega a la calma, y mis pensamientos acarician el
alba. Despierto este día que nunca se acaba. No me importa el tiempo perdido y
no me importa que pasen los días, pues sigo vivo en la vida inventándome una
alegría. Y espera ese viento amado, y a ese que desde lejos espera a que el
silencio le traiga un secreto, y a que el silencio le traiga palabras. Palabras
que callan el tiempo; palabras que encuentran miradas; palabras que vienen del
viento, posándose en mi ventana. Palabras que callan el tiempo; Palabras que
encuentran miradas; Palabras que vienen del viento, posándose en mi ventana. Y
aquí estoy pa’ que me escuches, te digo, te canto, te cuento, te mimo el oído y
así te quedes al ladito mío. Y a ti te doy mi abrigo pa’ comernos la vida y la
comparto contigo. Mis manos se abren para dibujarte un caminito que te lleve a
alguna parte, un sitio distinto, un sitio distante. Y donde las palabras
lleguen a todas partes, donde el silencio te traiga, palabras que callan el
tiempo; palabras que encuentran miradas; palabras que vienen del viento, posándose
en mi ventana. Palabras, palabras... que callan la soledad.
La Rana Mariana –
Música en la calle
(lletra: laranamariana.com)
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