4.6.14

Tu fiebre


No sé si preguntar. Probablemente sea mejor marcharme y no pensar, hasta esperar el día en que termine de temblar, y los termómetros revienten y la soledad quede conmigo cuando a mí me apetezca quedar. No habrá septiembre, ni dolor, ni fuego que apagar. Sólo miradas que alimenten como lo hace el pan. Dentro de un cuento, me reinvento y vuelvo a  comenzar, pero no sales tú. No sales tú. Presiento la señal, puede estar lejos pero sé que un día ha de llegar. Siento el reflejo en el espejo y miro para atrás. Me quejo y me hago viejo en este instante que se va. Todos los trenes que perdí ya no pasaron más. Nada de lo que sucedió fue por casualidad. La lluvia todo lo apagó, no me llegó a mojar. Tuve tu techo y en el pecho, cosas que contar, donde no sales tú, tú. No sales tú. Me cuesta respirar, partir de cero no es igual que volver a empezar. Salir primero no es sinónimo de terminar. De cualquier modo nunca fui tus ganas de ganar, y hablo de todo lo que no supe decir jamás. Si de algo puedo presumir es de saber llorar. De desnudarme en las canciones que no escucharás, y no teñir mi vida de un color superficial. No había nadie al rededor, todo era falta de valor y flores secas en macetas raras que nunca bajaba y noches sin control, sudor y reconciliación y cuentos sin final donde no sales tú. No sales tú. No hay calor, hay falta de valor. No hay calor, hay falta de valor. No hay calor, hay falta de valor. No hay calor, hay falta de valor. Tu fiebre no se va, no se va, no se va.

Jorge Marazu - La colección de relojes

(lletra: micanciondehoy.com)

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