Quién se puede reír
del dolor cuando mira a la cara. Quién puede discutir la razón con las manos
atadas. Dime quién, dime quién, dime quién, dime quién va a jugar la partida, las
apuestas ya están hechas, la muerte sobre la mesa se ha jugado la vida. La
gente idiota se siente a salvo, cerebros enfermos en cuerpos muy sanos. Me
ofreces dinero que no vale nada, la oveja que grita y el lobo se espanta. Sé
que tú me quieres engañar y eso ya es bastante, en tu boca sólo hay mentiras y
en la ciudad hay sangre. Para qué, para qué, para qué, para qué todo por un
mendrugo, me he mirado el esqueleto, ya sé que no soy perfecto y eso me ayuda
mucho.
Fito &
Fitipaldis – A puerta cerrada
(lletra: fitoyfitipaldis.com)
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