Una historia que
habla de tiempos vividos donde todo se engloba bajo el mismo signo, la amistad.
Y eran lunas para disfrutar, sin pensar mañana que vendrá, sin preocuparnos que
un día la magia se iba a acabar. Y pasa el tiempo y ves que aquellos amigos que
eran todo lo que te hacia falta para atar el camino, ante todo siempre la
amistad, la familia podía esperar hasta que un día la vida me deje mas solo que
na! Y rebobino mi vida buscando tu olor, he leído las cartas que había en el
cajón, como ha cambiado la vida que no hace falta razón. Donde se fueron las
cosas que solíamos hacer, aun no es muy tarde pa coger el tren, si que merece la pena que no te quiero perder. Te acuerdas
hace unos años cuantas risas disfrutamos y el mañana nos pintaba genial y mi
padre me decía piensa hijo que algún día llegará la dura realidad. Y me tiro
dentro de la pesadilla, una noche se cumplió la profecía y un silencio mortal empiezas
a notar que nada será igual Y despiertas cualquier día y tu cara te da pistas de
la noche que pasaste ayer. Y sientes que el agujero esta mas cerca que lejos,
tocará ahora ya retroceder, cuando ves tu cara dentro del espejo y te sientes
que tienes muy mal aspecto y empiezas a empezar, debes recuperar lo que has dejado atrás. Una mañana
perdía en el pueblo donde tu cara ya no se donde esta, ya se a esfumado no la
supe hallar. Y ahora dispuesto que adelante no te queda nada, tu recuerdo tu
alegría a carcajada, tu forma de pensar ya te empiezo a olvidar, que donde
estarás
Benito Kamelas – Sin
trampa ni cartón
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